Chema Madoz (Madrid, 1958),
reconocido fotógrafo español al que en el año 2000 le fue concedido
el Premio Nacional de Fotografía. Ha realizado numerosas exposiciones
individuales, tanto en España como en el extranjero, y el conjunto de
su obra, además de ser respetada por la crítica, está alcanzando unas cotas de
popularidad impensables para otros artistas contemporáneos.
Amante
del blanco y negro, su obra recoge imágenes extraídas de hábiles juegos de
imaginación, en los que perspectivas y texturas tejen sus imágenes.
PERSONAS QUE INFLUYERON A CHEMA:
Desde la
herencia de la funcionalidad artística de los objetos surrealistas, donde la
provocación racional unida al azar, provocaba un efecto poético, muchos han
sido los artistas que han continuado con este ánimo conspirador, como Granell y Brossa. Sin
embargo, Chema Madoz, se distancia de ellos trabajando desde la idea, desde
lo intangible. Si bien necesita objetos para la realización de sus
imágenes, estos desaparecen en la propia imagen.
Sus
obras tienen un carácter neto cercano a las fotografías de Man Ray, con frecuentes cambios de escala, donde el poder
evocador y poético resulta de la conjunción ordenada de elementos sencillos,
sin apenas manipulación, y de la aparente inmediatez con la que se ha dispuesto
el escenario para la acción.
COMENTARIOS DEL FOTOGRAFO:
El
estudio es algo que tengo desde hace relativamente poco. Realmente fue más por
la comodidad de poder trabajar en varios proyectos de fotos a la vez. En mis
primeras series trabajaba en la calle, después empecé a trabajar más con
objetos y fotografiarlos en algún rincón de mi casa con luz natural de ventana.
Se ve una relación entre los medios de que disponía y los tipos de fotos que
construía. Trabajando en el estudio sí he notado mucho que disponer de un
espacio de taller amplio me permite avanzar más rápido y cómodo. Puedo tener
varias ideas en marcha e irlas depurando.
Me sigo
considerando fotógrafo. La construcción de la mayoría de mis objetos está
resuelta de mala manera… Bueno, me explico, quiero decir que están construidos
para ser fotografiados. No tienen empaque, ni una presencia cuando los ves
físicamente. No hay un acabado maravilloso, solo un aspecto de ellos que vas a
fotografiar es lo que funciona. Sacados de ese contexto funcionan en contadas
ocasiones. Alguna vez también me ha ocurrido lo contrario: un objeto que es muy
atractivo y que no funciona al ser fotografiado. Sin embargo, lo normal es
justo el caso contrario.
TRABAJOS:
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